Espumosos : Métodos de producción

Para que se produzca la segunda fermentación se necesita diluir dióxido de carbono dentro de un recipiente cerrado, que bien puede ser una botella o hasta un depósito de varios hectolitros. Hablamos entonces de diferentes métodos de producción de vinos espumosos.

El método tradicional

El método tradicional está considerado el que ofrece resultados de mejor calidad. Se usa en Francia para realizar el champán, también en España para producir el cava, en algunas regiones francesas para elaborar el crémant y en Italia para producir el franciacorta. Internacionalmente a este método se le conoce como «Méthode Champenoise», pero según la convención de Madrid y el acuerdo italo-francés de 1948, esa denominación solo se puede utilizar para referirse a los espumosos franceses elaborados en la zona de Champagne con el método tradicional.

Con este método, la segunda fermentación debe producirse en el interior de la botella. Para ello, se introduce el vino junto con levadura y una pequeña cantidad de azúcar. La cantidad de azúcar será la responsable de la presión de la botella. La cantidad de levadura está regulada por la Comisión Europea y es de 0.3 gramos por botella. La botella debe ser sellada con un corcho especial y colocada de tal forma que los sedimentos caigan se depositen en el cuello. Tras esto, se congela el cuello y se quita el corcho junto con los sedimentos congelados. Se agrega el llamado «licor de expedición», una mezcla de vino añejo que compensa la pérdida de líquido anterior, y se tapa de nuevo la botella con el clásico corcho en forma de hongo. Así deberá permanecer durante meses, el tiempo está determinado por la bodega.

Método italiano

Al método italiano se conoce como «Método Martinotti» en Italia, mientras que en Francia se llama «Método Charmat». Con esta técnica, el vino realiza la segunda fermentación en un depósito de acero inoxidable en lugar de botellas individuales. Después se embotella bajo presión. Este método requiere menos inversión económica que el tradicional.

Método de transferencia

El método de transferencia es una variación del tradicional o champenoise, pues el primer paso es el mismo. Cuando la segunda fermentación se ha completado y ha pasado el tiempo suficiente, las botellas se vacían en un gran tanque. Allí el vino se filtra, se añade el licor de expedición, y se vuelve a meter en botellas. La ventaja de este método de producción de vinos espumosos es que se obtiene un producto más homogéneo que en el método tradicional, además del menor coste. Los vinos espumosos producidos con este método se comercializan bajo la etiqueta de «vinos espumosos naturales fermentados en botella».

Como desventaja, la calidad de la espuma es menor, debido a una fermentación más breve en botella.

Método ancestral (fermentación espontánea)

Es el primer método conocido para la elaboración de vinos espumosos. En el método ancestral, también denominado fermentación espontánea, la segunda fermentación ocurre sin adición de azúcar y el proceso se controla al disminuir la temperatura y añadir dióxido de azufre. La fermentación se detiene al eliminar las levaduras. Los sedimentos son mínimos y no se realiza el degüelle.

Método ruso

En el método ruso, la segunda fermentación es un proceso lento y continuo, razón por la que también se llama «método continuo». Primero se le añaden el azúcar y la levadura, tras ese paso el vino circula por varios tanques de fermentación. Estos tanques tienen unas anillas para absorber las levaduras y fermentar el azúcar. Al acabar el proceso, solo queda enfriarlo y estabilizar el dióxido de carbono para luego almacenarlo en un tanque desde el que se embotellará a presión, a la vez que se filtra.

Gasificado industrial

El gasificado industrial es un sistema o método de producción de vinos espumosos se ideó con el objetivo de obtener un producto a bajo coste. Sin embargo, no resulta así en la práctica y actualmente este sistema apenas se utiliza debido a su escasa rentabilidad.

En el gasificado industrial, el gas —un litro de CO2 por cada litro de vino— se añade lentamente cuando el vino al que previamente se le ha añadido el azúcar, se refrigera a temperaturas entre 0 y 5ºC. Horas después el vino puede ser trasladado a las botellas.

Su mayor desventaja es que no se consiguen las mismas propiedades que en el vino obtenido mediante fermentación natural, salvo la presencia del dióxido de carbono. Como dato, las burbujas son de mayor tamaño y se desvanecen con mayor velocidad.

En cuanto a las características organolépticas, estos vinos no tienen nada que ver con un vino espumoso natural. Las características obtenidas durante la segunda fermentación y crianza no se consiguen en este tipo de vinos. La única similitud con el vino espumoso natural será la presencia de carbónico. El tamaño de la burbuja es mayor y su persistencia en copa menor, porque el gas está peor integrado en el medio.

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